Don Eusebio Carnevale fue el primer arrendatario de tierras y allí
instaló este horno de ladrillos cuya producción se aplicó
en las primeras
construcciones de City Bell. La parcela ocupaba de la Av. Quinta de
circunvalación (luego calle 25 y hoy 24)
hasta el Camino Belgrano, y de calle 11 a Cantilo.
(Colección particular).