Elogio
de la amistad
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Decir "amigo" Los argentinos somos, por lo general, "amigueros" por definición. Nos gusta la reunión en torno a una mesa -si es de café o de hogar, poco importa-, desglosando la más variada gama de temas de conversación. La
amistad implica sentirse acompañados aún en la distancia,
aventando todo atisbo de soledad que ande al acecho. Ser amigos, en
el sentido profundo que nos gusta darle, es vivir en una misma sintonía
los grandes momentos de la vida, los buenos y los malos, los lindos
y los feos. Es, en definitiva, saber que el otro siempre está. |
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Resulta
inevitable en esta fecha la evocación de Roberto Fontanarrosa.
No sólo porque el "Negro" se nos fue un 19 de julio,
sino porque muchos de sus cuentos se ambientaron en una mesa de café,
esa que él mismo integró mientras su salud se lo permitió.
Así, hay quienes aspiran a adelantar por un día la celebración
del Día del Amigo, desfenestrando de este modo a la epopeya de
la llegada del Hombre a la luna.
Vale recordar que la fecha del 20 de julio fue elegida por el mendocino Alberto Febbraro para honrar de modo especial a la amistad, y que su propuesta prendió no sólo en Argentina, sino que también varios países del Continente la han adoptado. Febbraro fijó su mirada más allá del país que realizó la hazaña planetaria y universalizó la cuestión, hace hoy cuarenta años, uno después de aquel pequeño paso para el hombre, gran paso para la humanidad, según la historia oficial. |
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Para vos,
amigo, un abrazo. |
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