Pensamiento

Trascender


Aunque para el almanaque ya pasó el 10 de mayo, estamos transitando el año del Centenario de la fundación de City Bell. Para algunos la circunstancia tendrá la intrascendencia de tantas otras; para otros, sentirse parte de los 100 años del pueblo será una marca que los llenará de gozo por largo tiempo.

Según la edad del lector, la experiencia puede no ser tan nueva ni original: habrá quienes en 1982 fueron parte del primer siglo de la fundación de la ciudad de La Plata. Otros -los muchos- fueron testigos del cambio de siglo y el cambio de milenio. Para la mayoría, el bicentenario de la Emancipación Americana fue un acontecimiento que parece haber terminado hace un rato, nomás: vayamos agendando porque en dos años más celebraremos los doscientos años de la declaración de la Independencia nacional.

Y así como hoy nos preguntamos por los primeros pobladores de la comarca, por quiénes hicieron a mano y sudor este pueblo al que amamos y defendemos, en cinco o diez décadas más alguien se preguntará por los protagonistas del Centenario citybellino.

Haber sido espectadores de los actos conmemorativos; haber asistido a las muestras históricas y de arte, a las charlas, al desfile o a la cena de estos 100 años, nos convierte en cierto modo en protagonistas de esta transición secular, de este año jubilar según la tradición romana.

Y uniendo este pensamiento con el del mes pasado, el grado de protagonismo que hayamos adoptado para esta fiesta nos dará el tenor de la huella que hayamos dejado. Imaginamos alguna vez -lo comentamos públicamente- un gran friso donde cada uno de quienes nos sentimos parte de este Centenario dejemos plasmada la huella de nuestra mano como testimonio tangible de nuestra existencia hoy. Para trascender no tanto por nuestro nombre sino por nuestro hacer. Dejar una huella para los demás. Eso es trascender.

(junio 2014)