Huellas

City Bell está cumpliendo su primer siglo de vida -sus 100 años- y aunque este hecho no vaya a alterar nada en las condiciones de vida de sus parroquianos, sería un verdadero desperdicio que pasara desapercibido.

Quien más, quien menos, todo aquel que esté en condiciones de leer este texto hoy en día, ha sido también protagonista del cambio de siglo y de milenio. No es poca cosa haber sido uno más de ellos. ¿Héroes? ¿Próceres? En absoluto. Simplemente nos ha tocado en suerte ser partícipes de momentos especiales que se dan cada cien años, Como todos los momento, si se quiere, pero por tratarse éste de un aniversario "redondo", resulta una invitación a la pausa, a mirar hacia atrás, afirmarse en el presente pensar en el futuro.

Hoy recorremos con la lectura y con el dedo índice textos y fotos ajadas de quienes fueron habitantes del City Bell fundacional. Muchos se reconocerán descendientes de aquéllos. Pasarán cien años y habrá otros descendientes buscando en las crónicas de estos días a algún antepasado que podrá ser cualquiera de nosotros.

Por eso nos interesa que este 2014 no pase desapercibido para el devenir de nuestra ciudad. Por eso queremos que desde su lugar y en la medida de sus posibilidades, todos y cada uno de los vecinos habitantes del City Bell actual deje su huella para que perdure en el tiempo. Se nos había ocurrido un largo friso en algún espacio público donde cada uno pudiera imprimir la palma de su mano sobre cemento, por ejemplo, como testimonio de ser parte de este primer siglo de vida citybellina.

¿Y una "cápsula del tiempo", con fotografías, escritos y objetos para que pudieran ser abiertos el 14 de mayo del año 2114?

Simplemente eso. Huellas de una comunidad en su año jubilar. Todavía estamos a tiempo.

Marzo de 2014