En la pendencia

A la hora en que se escriben estas líneas, en el día en que se recuerda la Independencia nacional, en el Congreso los senadores debaten acerca de una política impositiva para el agro.
El diccionario de la Real Academia Española dice lo siguiente:
"Pendencia (de pender). 1. f. Contienda, riña de palabras o de obras. 2. f. Der. Estado de un juicio que está pendiente de resolución. 3. f. ant. Cualidad de lo que está por decidir".

Vaya si decidieron cosas importantes los participantes del histórico Congreso de Tucumán, en aquel 1816. Y más aún lo que a instancias del diputado Pedro Medrano se agregó en el texto del acta, tres días después: que la Independencia declarada era de España "y de toda otra dominación extranjera".

La lectura de las noticias en estos tiempos que corren nos hace pensar si Medrano no se habrá quedado corto con su disquisición. Nos preguntamos si, hoy por hoy, los temas pendientes no limitan nuestra independencia, si se permite el juego de palabras. Los nobles representantes del pueblo en sus múltiples sectores se han convertido en pendencieros cuando sólo se les ha dado mandato para debatir y resolver, para deliberar y gobernar.

Cuando vemos a la enseña patria pendiendo de los más alto de un mástil, la emoción se licua con la tristeza por las muchas cuestiones que aún tenemos pendientes. Porque las pendencias entre unos y otros no hacen más de desdibujar nuestra Independencia.